Ha pasado demasiado tiempo, pero aún puedo recordar el suave sonido de su risita, un poco raro por las interferecias.
A veces pienso que todo esto es mentira y que si que existes. Que un día, no muy lejano o tal vez sí, mientras pasee por algún parque, calle o algo similar, te vea y tú también lo hagas. Y que nos quedemos pasmados, sin saber qué decir ni qué hacer, porque nada sea importante. De que nos falte la respiración y lloremos enseguida, sin darnos cuenta, por el simple hecho de tenernos a tan pocos metros o centímetros. No km. No cientos de km. Muy cerca, a pocos pasos.
Ojalá no me equivoque. Ojalá sea verdad eso de que siempre tendrás a tu marido del que estás completamente enamorada, pero que también tengas ese amor imposible, con el que pudiste hacer tu vida de otra manera, una vida perfecta y llena de risas junto a él, pero que no te dejaron. Ojalá sea verdad, y que seas tú. Qué coño, nunca voy a poder amar a alguien de esta manera, lo juro. Y lo siento por el día de mañana. Éste amor era de película, y tú lo quisiste fastidiar.
Te quiero, te quiero, te amo tanto...
Pufff..Es como si estuvieras muerto, no existes, no hay nada. Esto es una grandísima prueba de mi amor por ti entonces. Te amo a más no poder, con toda mi puta alma, como nadie, NADIE podrá amar a alguien; de esos amores únicos, que ocurren cada mil años...Pero de nada me sirve..No estás ya.. y nunca volverás a estar. Nunca lo ha estado, Tami. Nunca, date cuenta..
No hay comentarios:
Publicar un comentario